Carlos E. Silguero Q.

El Movimiento Sindical ante las Nuevas Formas

de Organización del Trabajo

De Héctor Lucena

Las Organizaciones diseñan su estructura en base al logro de los objetivos, donde el talento humano desempeña un papel esencial, siendo los encargados de movilizar los recursos económicos necesarios para la consecución de los mismos. Generando con ello riqueza, que se traduce en beneficios a los propietarios, calidad en el producto o servicio ofrecido, impuestos al Estado, entre otros.

En la actualidad se dice que existen empresas exitosas en una sociedad en crisis, producto de la desigual distribución de los ingresos e injusticia en el acceso de los recursos. Para enfrentar todo ello y proteger a los que muchos han denominado como sector económicamente débil, surgen las organizaciones de los trabajadores o entidades sindicales, las cuales pretenden ser una interfase entre las empresas y la sociedad. Estas sintetizan las voces de muchos que por si solos no pueden ser escuchados.

Por muchos años las organizaciones sindicales han sido plataforma en las relaciones de trabajo, lográndose con ello mejoras en las condiciones laborales y en la calidad de vida de los trabajadores. Asimismo, estas sirven de interfase pues están acostumbradas a ir a la calle y defender los derechos de sus representados, contra quienes mueven influencias, dinero y presión sobre la masa trabajadora. A ello le adicionamos otro problema: “la exclusión”, la cual se puede enfrentar dando respuesta a las necesidades de los que se consideran dentro de este grupo. De ese modo se podrá lograr una convivencia social exitosa. Por el contrario, de no resolver la organización tal situación, podría acarrear la pérdida de afiliados lo que permite la creación de nuevos movimientos fuera del ámbito sindical.

Otro factor relevante del estudio de Lucena, es el referido a las decisiones de las grandes corporaciones trasnacionales, las cuales localizan en ocasiones sus inversiones en zonas de bajo desarrollo sindical a fin de lograr ventaja sobre ello. Sin embargo esto no ha sido impedimento para que los trabajadores constituyan una organización sindical y puedan combatir esto.

En otro contexto, tenemos como las entidades empresariales han promovido la individualización en las relaciones de trabajo, dejando a un lado las contrataciones colectivas, aplicando decisiones unilaterales sin considerar las regulaciones laborales existentes ni los acuerdos logrados por el gremio. Lo que pudiese ser una gran amenaza al sindicalismo.

Finalmente, se observa como las organizaciones de los trabajadores a lo largo del tiempo han debido moldear sus procesos a medida que van surgiendo transformaciones sociales, económicas y políticas en nuestras naciones, adaptando los patrones organizativos a los requerimientos que la sociedad y el mercado ameritan.